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El auge que han tenido industrias como la automotriz y aeroespacial en las últimas décadas en México, han generado retos para la industria de la metalmecánica. El tratamiento y desarrollo de aceros y materiales plásticos (composites) con propiedades mecánicas que les provean de mayor fuerza y, a su vez, menor peso; representan retos para la fabricación de componentes.
Estos retos no solo aplican para las empresas más grandes, sino para pequeños talleres que se incorporaron a las cadenas productivas del sector. Algunos de estos, los que supieron ver los retos, prosperaron para convertirse en empresas de mecanizados con decenas de operadores capacitados ya para trabajar con estos nuevos materiales.
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Ejemplo de esta evolución es el torneado de acero, cuyas características pueden ser tan amplias como las aplicaciones para las cuales son requeridas. Son múltiples los componentes redondos de acero que pueden encontrarse en un vehículo y, con ello, son amplias las especificaciones técnicas a las cuales suelen enfrentarse los operadores.
No solo es importante tener presentes variables como velocidad, ángulos de ataque o refrigeración de las piezas; sino que es fundamental elegir los periféricos adecuados para cada máquina, así como las herramientas correctas
para cada aplicación.
La identificación adecuada del acero y su “maridaje” con la herramienta correcta, es fundamental para asegurar buenos acabados, lograr mejores tiempos de producción, erradicar accidentes, alargar la vida de las herramientas y, desde luego, reducir costos de manufactura.
Son tantas las variedades de acero que parecieran a veces no tener fin, además de que las áreas de diseño de las empresas de manufactura se encuentran en una perpetua búsqueda por escudriñar las propiedades mecánicas de los materiales para mejorar el desempeño de los productos.
La Organización Internacional para la Estandarización, bien conocida en el mundo como ISO, es uno de los organismos que se han dado a la tarea de clasificar y ordenar los diferentes tipos de acero acorde a sus características, misma que dividen en 6 grupos ISO: P, M, K, N, S y H.
A partir de esta clasificación se distingue el tipo de aleaciones, si son fundiciones o si son aceros inoxidables. Con ello, también es fácil identificar qué tan duros son para operaciones de maquinado. Existen aceros fundidos, por ejemplo demasiado compactas, con mucho carburo de silicio, que desgastan más el filo de los insertos.
Otro aspecto fundamental es la viruta, pues dependiendo de cada acero se tienen diferentes tipos de rebaba, la cual implica también distinta atención, puede ser corta o muy larga y ondulada, que requiera rompe viruta en la operación, normalmente generada en los aceros más suaves.
Empresas fabricantes de herramientas, como la sueca Sandvik Coromant, estudian permanentemente el comportamiento de los aceros en los procesos de torneado para lograr un mejor diseño de sus herramientas de corte. A partir de ello se han identificado tres factores clave para identificar su nivel de maquinabilidad. Estás son:
- El material de la pieza (metalúrgico/mecánico)
- La geometría del filo de la herramienta a nivel micro y macro
- El material de la herramienta de corte (calidad) con sus componentes (metal duro con recubrimiento, cerámica, CBN o PCD)
Para los análisis de torneado, a estos tres factores se añaden otros aspectos como los datos y fuerzas de corte, el tratamiento térmico del material, la costra superficial, inclusiones metalúrgicas y, como se mencionó anteriormente, las condiciones de sujeción.
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Aunque son muchos los factores y, con ello, los retos a ser considerados para el maquinado de aceros, existe suficiente información para hacerlo con buenos resultados de operación, pero es fundamental no tomarlo a la ligera, pues una selección incorrecta de la herramienta de corte, o de cualquier elemento complementario en el proceso de torneado, puede significar la pérdida, no solo de rentabilidad, sino de contratos por problemas de entrega con la calidad y los tiempos estimados.
Conforme las cadenas de valor de industrias como la automotriz o la aeroespacial se fortalecen con un mayor número de proveedores alineados a sus estándares de calidad, es más importante asegurar todos los detalles técnicos so pena de quedar fuera de un sector cuyo crecimiento, tiene mucho futuro en México.
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